El dólar Americano está ahora en altas históricas de 12 años, batiendo nuevos récords. Este ha sido el más rápido crecimiento en los últimos 40 años. Las principales monedas del mundo siguen cayendo frente al dólar de los Estados Unidos (USD). Ya que los commodities tienen precios en dólares, el rápido descenso en sus precios está creando nuevas desgracias en las naciones en via de desarrollo. Muchos países son demasiado dependientes de estas materias primas. El comercio mundial está tratando de ajustarse frente a un dólar fuerte, con algunos resultados inesperados.
Parte del motivo del retorno del dólar de los Estados Unidos como la moneda más fuerte es un reflejo de una más fuerte, en comparación con un crecimiento más lento en Europa y partes de Asia Oriental, así como en Latinoamérica. El final de la flexibilización cuantitativa y la terminación de la baja de las tasas de interés en los Estados Unidos es otra explicación para el aumento de un 14% en el precio del dólar americano, desde el comienzo de 2015.
La rápida depreciación en valor, en muchas de las otras monedas del mundo, es el resultado de un esfuerzo por parte de los bancos centrales a devaluar su moneda nacional. Es un intento para estimular el crecimiento económico y las exportaciones. El problema es casi todo el mundo lo está haciendo. Si un país obtiene una ventaja temporal, a través de tasas de interés más bajas o flexibilización cuantitativa, es rápidamente neutralizada por otras naciones que tienen las mismas políticas monetarias y fiscales.
El Euro, que ahora se hunde en el valor debido a la baja de las tasas de interés y flexibilización cuantitativa, la tasa de cambio con los USD se acerca a la paridad (1-1). Una baja a los $1,0457 fue presenciada en los mercados asiáticos, con un ligero repunte de $1,0536. Estas son las tasas más bajas desde enero de 2003 y no han tocado fondo todavía. De hecho, la política monetaria de los Estados Unidos sigue siendo divergente con la de Europa; se espera que el Euro siga disminuyendo en valor.
La libra esterlina, cuyo valor era de $1,70 USD hace solo 6 meses, ha pasado ya por debajo del nivel de referencia de $1.50 USD, llegando a $1,48 USD, y sigue bajando. Con otras monedas de Europa, como por ejemplo el franco suizo, ha caido de un valor de $1.25 USD, vigente desde el 2011, a menos de $1.00 USD. El mismo fenómeno se informa en Suecia. El año pasado, la corona sueca estuvo por los $0.15 USD, ahora es de $0.12 USD y se espera que caiga aún más. Incluso, la corona danesa ha caído en valor. Pasó de estar en $0.18 USD a $0.14 USD
En Rusia, la moneda se encuentra en colapso frente al dólar americano. El rublo ha perdido el 50% de su valor. El año pasado valía $0.03 USD; vale $0.016 USD en este momento.
En Japón, el dólar de los Estados Unidos ha aumentado su valor de 119,54 yenes en Febrero a 121,18 yenes en Marzo. Recientemente, en junio de 2013, el yen se estableció en 100 en la tasa de cambio frente al dólar. El estímulo masivo, la reducción de las tasas de interés y la flexibilización cuantitativa, junto con altos niveles de deuda, lo bajan de precio a un ritmo alarmante.
Un dólar australiano valía más que un dólar americano en 2013. Ahora está en $0.76 USD y se sigue bajando. Al igual que Rusia, la economía australiana es muy dependiente de la exportación de productos básicos. La desaceleración del crecimiento en China está teniendo un impacto grave en Australia. Lo mismo sucede con la rupia, pese a que en India hay un mayor crecimiento económico. Ha pasado de tener un valor de $0,020 USD en el 2012 a $0,016.
En Sudáfrica, el rand se mueve hacia abajo. Se ha reducido a $0,081 USD, después de haber estado en $0.12 USD. Es una reducción del 30%, y se debe a la caída en los precios de los metales preciosos, como el oro y el platino. Estos productos constituyen una cantidad considerable de los ingresos del país.
En las Américas la tendencia ha sido la misma. En América del Norte, específicamente en Canadá, que a pesar de tener una economía relativamente buena, ha visto el valor del dólar canadiense caer en grandes proporciones. Tenía paridad de 1 a 1 en 2013, y se ha desplomado a $0,78 USD, una tasa que no se había visto en años.
México también ha visto el valor del peso caer de $0.08 USD a $0,065 USD en menos de 2 años. La erosión en el Brasil ha sido incluso más fuerte. En 2012, el real brasileño tenía un valor de $0.06 USD. Desde entonces, se ha hundido en el 50% del valor; la tasa de cambio actual es de $0.31 USD. El estancamiento económico y la corrupción en Brasil han ayudado al fortalecimiento del dólar, pero no explica lo que está pasando.
La caída en el valor de todas estas monedas hará que las exportaciones en los Estados Unidos sean más baratas, como será el caso con todas las otras monedas principales del mundo. Por supuesto, esta inundación de importaciones a los Estados Unidos tendrá consecuencias políticas y económicas. Hay países que se aprovecharán de esto y tratarán de vender aún más a los Estados Unidos, si tienen buenas relaciones comerciales con ellos. Sin embargo, hay un límite en la cantidad que puede ser absorbida por una nación, incluso en una economía considerable como es la de los Estados Unidos.
Contrariamente a lo que se debería esperar, la producción de petróleo en los Estados Unidos continúa creciendo. Esto continúa bajando más los precios, y hay una creciente preocupación con el hecho de que muy pronto no habrá un lugar donde almacenar todo este exceso de petróleo producido. Los futuros de los Estados Unidos estuvieron bajando hasta llegar a los 43,57 dólares el barril, tras otra caída del 2,8%. Este menor precio del petróleo estadounidense, conocido como West Texas Intermediate (WTI), necesariamente obligará al precio internacional del petróleo Brent a llegar a un valor inferior. Aunque ha habido disminución en los lugares de de extracción, en el corto plazo, la producción no disminuirá. Por supuesto, después de que el precio llegue a los $40.00 el barril, no habrá incentivos para seguir produciendo, incluso con los nuevos bajos costos del fracking.
Por supuesto, también hay desventajas de un dólar fuerte para los Estados Unidos. Las empresas estadounidenses que hacen negocios en el extranjero tendrán menos ventas y menos pedidos. Este es el resultado de que los bienes y servicios de Estados Unidos son cada vez más costosos, con la tasa de cambio tan superior.
Un dólar más fuerte animará a las personas a gastar más dinero en el extranjero, en los sectores de viajes y compras en el exterior. También se promoverá una mayor inversión por parte de los estadounidenses y de las empresas en países extranjeros.
Las exportaciones de los Estados Unidos tendrán menos éxito, ya que los precios de los productos procedentes de la agricultura americana, los bienes de capital, bienes de consumo, automóviles y componentes de aeronaves se vuelven más costosos a los compradores extranjeros. Esto obligará a un mayor declive en precios en diversos sectores de la industria manufacturera, los cuales se benefician de costos de energía bajos. Esto tendrá como resultado, una menor contratación en este segmento de la economía, lo cual puede afectar negativamente al crecimiento, así como contribuir a una mayor tasa de desempleo. Una preocupación adicional, es que la mayoría de los empleos que se perderán serán en las industrias que tradicionalmente proporcionan una mejor compensación que otros sectores de la economía.
Como ya se ha mencionado, la mayoría de los commodities se cotizan en dólares. Los países que dependen de la extracción y exportación de recursos naturales no verán crecimiento económico hasta que no haya una recuperación en los mercados de productos básicos. Esto será menos probable mientras que el dólar se mantenga fuerte.
Ya hay un aumento de la inversión extranjera en los Estados Unidos, como consecuencia de una economía fuerte y un creciente mercado de valores. Tan bajas como son las tasas de interés de bonos y acciones, son una opción mejor que lo que está disponible en el extranjero, generalmente.
Si la Reserva Federal, que es el banco central de los Estados Unidos, finalmente eleva las tasas de interés por primera vez en casi una década este verano, un torrente de dinero extranjero llegará pronto. A su vez, tendrá un efecto inflacionario en los Estados Unidos. Si hay un aumento en las tasas, no será demasiado grande, ya que tendría un efecto negativo sobre el mercado accionario, y en su conjunto, sobre la economía de los Estados Unidos. La nación se ha vuelto adicta a las bajas tasas y al dinero fácil. Hace que el creciente endeudamiento sea más asequible.
El gobierno de los Estados Unidos ya está gastando mucho más de $200 billones de dólares, sólo para pagar los intereses sobre la deuda nacional. Esta es otra razón por la cual altas tasas de interés en los Estados Unidos son poco probables, a menos que la inflación se salga de las manos. El servicio de la deuda será mucho más difícil durante un período de tasas más altas.
El fuerte dólar Americano es un fenómeno reciente, el cual depende de una creciente economía de Estados Unidos, y un mundo de depreciación de las monedas. Esta fase monetaria, a diferencia de lo que muchos expertos están pronosticando, no puede y no durará mucho. Aunque puede parecer que se trata de la nueva norma monetaria, se basa en una serie de circunstancias internacionales que son inusuales y, por lo tanto, será breve. La bolsa se reducirá y caerá de su fuerte corrida alcista; prontamente llegará la recesión. Acto seguido, los Estados Unidos volverán a la reducción de las tasas de interés una vez más, para así reducir el valor del dólar y estimular el crecimiento una vez más.
Publicado el 17 de Marzo Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman