Por: Jeffrey Hagenmeier
Para los inversionistas internacionales las cifras no mienten, La recuperación en Europa en general está a punto de paralizarse. La zona euro creció sólo un 0,2% en el primer trimestre de 2014, lo que corresponde sólo a un 0,8% en tasa anual. El punto brillante en el comienzo del año fue Alemania, su economía se expandió a una tasa del 0, 7% en el primer trimestre, por lo que al ser la cuarta mayor economía del mundo y la mayor economía de Europa, su crecimiento adquirió un carácter vital para la recuperación global. Luego de que en el segundo trimestre Alemania registrara una reducción del PIB (Producto Interno Bruto) de -0,2 se generó un fuerte impacto sobre la economía europea llevándola a un punto muerto.
Hubo unas pocas estrellas en el segundo trimestre, los Países Bajos y Portugal registraron tasas de crecimiento de 0,5% y 0,6% respectivamente, Ambas naciones fueron capaces de revertir las contracciones del PIB en el primer trimestre de 2014. España, que había crecido un 0,4% en el primer trimestre, fue capaz de presumir una tasa de crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre.
Francia, la segunda economía más grande de la zona con divisa común, siguió sin ver crecimiento y es importante recordar que es el mayor socio comercial de Alemania.
Italia la tercera economía más grande de la zona euro ha entrado en una recesión de triple caída en el PIB tras una disminución de un 0.2% en el segundo cuarto .
El crecimiento en Europa en general se ha vuelto más dependiente de Alemania, lo que significa un problema considerable para el continente, Alemania es el segundo mayor exportador del mundo y un tercio de la producción nacional proviene de las exportaciones, siendo los productos de alto valor agregado los principales motores de crecimiento en los últimos años. El hecho de que el resto de Europa sea el principal socio comercial de esta nación, hace que el estancamiento de sus países tenga un gran impacto en la economía germana.
Los analistas buscan algunas explicaciones en el corto plazo, encontrando posibles culpables como la caída en la construcción en el primer cuarto provocada por problemas climáticos en el invierno pasado o el tiempo extra que los trabajadores en Alemania y en otras partes tomaron sumado con las fiestas nacionales, y Aunque estos son factores verdaderos no pueden explicar plenamente el lento crecimiento en Europa.
Un golpe importante para las economías de Europa será la tensión que aumenta con Rusia por el asunto de Ucrania, Las sanciones sobre este país y las represalias de su gobierno que afectan el comercio con Europa, sin duda tendrá un efecto adverso en el crecimiento económico, Este será particularmente cierto para los alemanes, que son muy dependientes de las importaciones de gas natural ruso, país que considera a Alemania, su principal socio comercial en la unión europea.
Los Británicos fuera de la zona de la divisa común, fueron capaz de registrar un crecimiento en el segundo trimestre del 0,8%, La última vez que la economía en el Reino Unido creció tan rápido fue en el tercer trimestre de 2007, antes de la crisis financiera. El tamaño del PIB finalmente ha avanzado con respecto a las cifras anteriores a la crisis de 2008, donde a pesar de ser sólo un ligero aumento de un 0,2% se proyecta un crecimiento global para 2014 entre 3.1% y 3.2%, la cual sería la tasa de crecimiento más fuerte en más de seis años. A raíz de esto surge la pregunta: ¿es el crecimiento en el Reino Unido sostenible si el resto del continente europeo se desliza hacia la recesión?, Esto, junto con el aumento de las tensiones con Rusia sin duda tendrá un impacto en la economía británica, especialmente en el mercado inmobiliario que se encuentra al rojo vivo en Londres, ya que el gigante financiero se ha convertido en el lugar preferido por los rusos ricos para invertir en propiedad.
Otra tendencia que es preocupante para Europa, especialmente en la zona euro, es la deflación. Esto debido a la gran deuda pública y privada que existe en algunos países de la zona. No es un miedo en vano, los precios ya están cayendo en Grecia, Chipre, Portugal, Lituania y Bulgaria, y España, Países Bajos, Eslovaquia, la República Checa, Suecia, Italia, Polonia e Irlanda están coqueteando con la deflación también.
Los países dentro de la zona euro tendrán más dificultades para luchar contra los fenómenos de inflación baja o, peor aún, de deflación. Aquí la política monetaria de los 18 miembros está controlada por el BCE (Banco Central Europeo) y Los altos niveles de deuda son cada vez más difíciles de manejar en una economía que está experimentando un descenso de los precios y de los salarios de los consumidores. El precio de la deuda en realidad aumentaría como efecto de la deflación, sumado a esto, los malos resultados económicos y la baja inflación aumentarán las presiones sobre los bancos centrales de Europa, incluido el BCE, para tomar medidas que busquen combatir estos graves inconvenientes.
A partir de junio de este año, el BCE ya ha bajado los principales costos de endeudamiento a tan sólo el 0,15%, adicionalmente se convirtió en el primer banco central importante en introducir tasas de interés negativas, es decir que los bancos miembros de la zona euro en realidad pagan por los depósitos que se quedan con el BCE, factores como estos debilitan el euro y la esperanza de mejorar la economía y restaurar el crecimiento, pues hasta ahora los resultados han sido mixtos.
El BCE también ha hecho un compromiso para prestar grandes cantidades de dinero a los bancos individuales para fomentar más préstamos. Esto tomará tiempo teniendo en cuenta la salud de los bancos europeos y el efecto lento que dicha actividad tiene en el crecimiento económico. Otros analistas insisten en que el tiempo de relajación cuantitativa ha llegado. Sin embargo, el presidente del BCE, Mario Draghi insiste en reformas más estructurales que deben tener lugar en los países miembros, antes de que el banco comience la política monetaria expansiva.
Es importante considerar que la simple creación de más dinero puede crear más inflación, pero no ayuda necesariamente a elevar los salarios individuales. Sólo hay que mirar lo que ha sucedido en Japón para ver que la inflación se ha reducido efectivamente la demanda interna, lo que a su vez pone una presión a la baja sobre los salarios. Peor aún, el PIB japonés se contrajo a un ritmo del 6,8% en el segundo trimestre de 2014.
Lo qué está ocurriendo ahora en Europa no ayudará a reducir las altas tasas de desempleo que existen en varios países como Grecia, Italia, España y Francia. Hay 18 millones de desempleados en la zona euro en su conjunto y Las medidas de austeridad de reducción del gasto público y aumentar los impuestos no ayudarán el crecimiento en el corto plazo.
Muchos inversionistas en Europa continúan comprando deuda soberana alemana la cual es considerada el activo financiero más seguro en el continente, Como resultado, el rendimiento del bono a 10 años cayó por debajo de 1% durante un tiempo por primera vez en la historia.
cuál es la solución: los países europeos tendrán que seguir reestructurando sus economías para ser atractivos a las inversiones y negocios del extranjero , Tendrán que ser renovadas las políticas de Gobierno con un plan de acción que debe incluir propuestas para aumentar la competencia y la productividad en muchos sectores de la economía, se tiene que dar énfasis a un crecimiento como en Alemania, donde los líderes de negocios del extranjero viajan para ver cómo la nación organiza sus empresas de tamaño mediano (Mittelstand) y se deben fomentar la investigación y el desarrollo con una mayor inversión en el sector manufacturero, donde la industria y los servicios son la mejor respuesta a lo que aqueja a las economías europeas.
No se puede esperar que la política monetaria por sí sola arregle la economía en las diferentes naciones de Europa, el aumento de la productividad es la única forma real a pagar por los aumentos en los salarios y la creación de nuevos mercados para los bienes y servicios sólo es posible si existe la innovación y la creatividad en los sectores exportadores de la economía.
Para algunos países de Europa con especial énfasis en Francia e Italia, debido al tamaño de sus economías y la resistencia a la re-estructuración, será un camino difícil. Lo que Grecia alcanzó después de 6 años de austeridad, sólo fue posible debido a que se vieron obligados a abandonar las políticas absurdas de los gobiernos anteriores, Que generaban déficits fiscales y deudas externas no sostenibles que llevaron a la bancarrota a la nación.
Los gobiernos en el poder a menudo pagan un alto precio en las urnas cuando se promulgan las políticas de no-indulgencia para equilibrar las cuentas de una nación, ya que los presupuestos balanceados, el pago de la deuda nacional, la eliminación de los déficit comercial, entre otras, son difíciles de vender en la práctica, Sin embargo; estas propuestas son la única forma de volver a un crecimiento sostenible en el largo plazo, ya que la creación de las condiciones económicas y de mercado para la expansión comercial son la única manera de reducir el desempleo estructural y para pagar el alto costo de la generosidad del gobierno en los programas sociales de los países europeos individuales.