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Se puede hacer una buena inversión en la industria de la energía eólica en Suecia en este momento. El auge actual en este sector tiene un valor de al menos 6 mil millones de dólares, esta bonanza comenzó cuando las naciones de Noruega y Suecia firmaron un acuerdo en 2012 donde se comprometen a compartir la energía renovable que se genera del viento.
Como el mayor productor de gas y aceite natural de Europa occidental, Noruega ha decidido hacer una inversión importante en la energía eólica, ellos planean triplicar la cantidad de energía eólica producida para el 2020. El problema es que Noruega sólo ha puesto menos del 10% de lo que se necesitará para cumplir con el pacto; Suecia, por el contrario está avanzando a un ritmo rápido. Algunos analistas estiman que la tasa es 7 veces más rápida que la de Noruega, si se compara la cantidad de turbinas que se están instalando.
El problema en Noruega es la código tributaria, lo que dicho de otra forma es la falta de iniciativa del gobierno en el cumplimiento de los convenios del tratado firmado con Suecia a pesar de que se espera que el empleo en la industria se triplique en los próximos 15 años. La compañía eléctrica estatal de Noruega no ha construido un solo proyecto de energía eólica desde 2006, sin embargo, gastó $1,2 mil millones de dólares en turbinas en Suecia. ¿Por qué el gobierno propietario de Statkraft AS hace esto? Todo es por cómo se hacen las inversiones en energía eólica y algunas consideraciones geográficas.
Todos debieron darse cuenta que la topografía y el clima de Noruega muestra condiciones que son menos atractivas para los desarrolladores de energía eólica. Aunque Noruega tiene la capacidad de producir más a causa de una mayor capacidad de viento, este puede ser extremadamente turbulento a veces, la construcción y el mantenimiento es más difícil en tales condiciones. Los viajeros que visitan zonas del mundo pueden dar fe de que el clima y el viento son ambos bastante volátiles.
El desarrollo de la energía eólica en los países escandinavos toma cada vez más importancia a medida que Europa está tratando de avanzar hacia la independencia energética. Aunque el acuerdo de 2012 entre Noruega y Suecia fue antes de la crisis en Ucrania, estos eventos dieron un nuevo enfoque en las energías renovables y más importante aun, que esto sea independientemente de los rusos. Rusia suministra alrededor de un cuarto de las necesidades de gas natural de la Unión Europea por esto las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania, así como Finlandia son muy dependientes de los suministros rusos.
A medida que la nueva guerra fría con Rusia y Occidente se intensifica, es importante tener en cuenta que el petróleo y el gas representan el 70% de los $ 515 mil millones anuales de las exportaciones de Rusia. Más de la mitad del presupuesto federal de Rusia se deriva de las exportaciones de energía. Aunque no existe una voluntad política en la actualidad para boicotear el gas o petróleo ruso en Europa, ellos pueden hacer un embargo en cualquier momento de dichas exportaciones.
El uso de la energía eólica es un gran negocio en Europa. La industria emplea a más de 200.000 personas y ha habido un aumento del 30% desde el año 2007, se espera que el número de puestos de trabajo en estas empresa lleguen a casi 800.000 en el 2030.
Noruega tiene la costa más larga de Europa con 16.000 millas, que es el equivalente de 25.000 kilómetros. Sin embargo, debido a la falta de ventajas fiscales adecuadas y condiciones climáticas extremas, sólo un parque de energía se ha construido desde 2012, sólo 45 megavatios de proyectos eólicos están en construcción en la actualidad en el país. Eso no es alentador si se considera que una turbina construida en la costa por lo general puede generar entre 2 a 3 megavatios de potencia.
Se ha estimado que desde 2012 Noruega y Suecia aumentaron la producción de energía renovable en 7,9 teravatios/hora, Suecia representó el 85% de la producción agregada. Noruega construyó 112 turbinas durante los dos últimos años, mientras que Suecia ha construido 771.
La gran diferencia para los inversionistas es que bajo la legislación fiscal sueca la depreciación es mucho más favorable que lo que se puede esperar en Noruega. En Suecia, por ejemplo, la mayor parte del valor en equipos y maquinarias, incluyendo las turbinas, pueden ser amortizados en cinco años, esto les permite a los propietarios de turbinas reducir su base impositiva por una cantidad sustancial. El resultado final es una gran reducción en el total de impuestos pagados, lo que contrasta con Noruega, donde los efectos fiscales al amortizar pueden variar mucho, el período de tiempo puede ser de hasta 17 años, lo que aumenta en gran medida las obligaciones tributarias. En Noruega, los generadores eólicos son tratados de manera diferente. En general no ha habido cambios en cómo se realiza la depreciación en Noruega, pero hay mayores impulsos para hacerlo gracias a la firme de intensión de Suecia en seguir adelante con los aerogeneradores.
La urgencia se ha hecho más evidente en los consumidores de Noruega que ya han pagado cerca de 1,8 mil millones de coronas noruegas para este esquema energético, esto equivale a unos 300 millones de dólares. Algunos políticos en Noruega han comenzado a preocuparse, ya que se estima que los costos para el proyecto se elevarán a 40 mil millones de coronas noruegas en la próxima década y media (Las aproximaciones se basan en los precios actuales). Lo más preocupante para Noruega, es que la mayoría de este dinero será pagado a los productores de energía renovable en Suecia.
Bajo el renovado acuerdo se expedirán certificados a los productores de energía renovable por cada megavatio-hora que generan, esto se hace durante los primeros quince años con cada generador de energía individualmente. Los proveedores de electricidad tendrán que comprar los certificados para poder cubrir la demanda general. El costo por su puesto, se transmitirá a los usuarios residenciales de energía renovable. Esto independientemente de donde estén ubicados las plantas de producción.
Noruega y Suecia están planeando añadir 26,4 teravatios/hora nuevos a la producción de energía renovable para el 2020, lo que sería aproximadamente el equivalente al 9% de toda la producción energética en la región. Antes del acuerdo con Suecia, se esperaba que Noruega construiría cerca de la mitad de las instalaciones de energía eólica, para llegar a 3.000 megavatios de capacidad. Esto requerirá de una inversión por parte de los desarrolladores y empresarios de por lo menos $ 5.5 mil millones USD.
La generación a partir del viento o en Suecia aumentó un 38% a un nuevo máximo de 9,9 tera-vatios/horas desde el año pasado, cada teravatio/hora es igual a un millón de megavatios. El operador nuclear nórdico más grande produjo un total de 9,4 tera-vatio/hora año pasado.
Parte de la falta de interés en Noruega, proviene del hecho de que el país obtiene el 97% de su electricidad a partir de hidroeléctricas. Pero aun así el país reconoce las ventajas de invertir en energía eólica especialmente en tiempos de frío excepcional o posibles sequías, cuando la potencia de salida del agua sería menor.
Noruega se ha comprometido a cumplir con los nuevos objetivos de la Unión Europea de tener el 68% de todas las necesidades energéticas cubiertas con fuentes renovables para el año 2020, lo que incluiría la calefacción y el transporte.
El pacto entre Noruega y Suecia no anticipó la caída de los precios en la energía, esto obliga a los inversionistas y desarrolladores revisar con mayor profundidad los costos. Los precios de la electricidad en Escandinavia han caído alrededor de un 20% desde el 2012, por esta razón las resoluciones fiscales en Noruega se ha vuelto más apremiantes y algunos en el gobierno noruego no están demasiado preocupados por el asunto, ellos afirman que las turbinas deben ser alzadas donde es más conveniente su construcción. Por supuesto esta opinión no es compartida por todo el mundo, hay quienes insisten en las políticas fiscales deben ser igualadas en ambos países.
Solos Suecia consume alrededor de 150 teravatios/hora de electricidad al año, seis de ellos son generados a partir de energía eólica producida en su territorio. Varias veces más que lo que se importa de Dinamarca, que tiene una cantidad considerable de excedentes de energía eólica. Suecia contaba con un total de 2.000 turbinas al final del 2010, el objetivo ahora es aumentar la producción nacional sustancialmente a través de dos grandes nuevos proyectos de energía.
Una serie de parques eólicos se construirán en el condado de Norrbotten conocido como el Parque Eólico Markbygden, se promociona como el mayor proyecto hasta la fecha de energía eólica en Europa. Se espera que esté completo en el 2020 y tendrá la capacidad de 4 gigavatios, el parque eólico cubrirá 450 hectáreas que es aproximadamente 1,100 acres, con 1.100 turbinas que se esperan produzcan hasta 12 teravatios anualmente. Los costos de construcción se estiman en $ 6.9 mil millones USD.
El otro proyecto se va a extender a lo largo de 7 parques eólicos con un total de 400 turbinas, tendrá un costo total de $2,4 mil millones USD. Estas unidades estarán ubicadas en las provincias de Jämtland y Vasternorrland. Se espera que genere entre el 2% y el 3% de las necesidades de Suecia en electricidad, generando 2.800 gigavatios por año.
A pesar de estos dos grandes proyectos, se espera una mayor inversión en la industria eólica a medida que más compañías están buscando sacar provecho de este creciente sector. Si uno está interesado en este tipo de tecnología como una inversión, Suecia es uno de los mercados más avanzados en energía eólica.