La guerra de las monedas ha comenzado. En todo el mundo, las naciones están bajando el valor de su dinero. En primera instancia: Japón. Seguido, van los Estados Unidos y el Reino Unido; han todos participado en flexibilización cuantitativa (QE) y en la reducción en las tasas de interés, las cuales están en mínimos históricos. En las dos últimas semanas, el euro cayó frente al dólar a un bajo histórico de los últimos 11 después de la primera bajada en las tasas de interés a niveles negativos, en un punto de referencia. Consecuentemente, las tasas de interés están siendo cortadas en otros lugares de Europa, en los países de fuera de la zona del euro, en Canadá, Singapur y ahora incluso China.
China está experimentando una importante desaceleración en la economía. Con un 7,4 % en 2014, el crecimiento de China se está expandiendo a una tasa mínima; la menor de los últimos 24 años. Como los Chinos están tratando de impulsar el valor de su moneda, queriéndola lelvar a un mínimo del último período de 7 meses, el Banco Central espera que un menor valor del yuan ayudará a las moribundas exportaciones.
El dólar de los Estados Unidos (USD) se encuentra alto histórico de los últimos 7 añoos frente al yen japonés, consecuencia de la expansión de la flexibilización cuantitativa en esta nación insular. El Japón está haciendo todo lo posible en un desesperado intento por diseñar un retorno al crecimiento, después de años de estancamiento económico y de decadencia.
Las 19 naciones de Europa, que han adoptado el euro como moneda oficial, han anunciado su propio plan de QE después de años de crecimiento mediocre y los temores de deflación. Los 1.4 billones de dólares (1,27 billones de dólares EE.UU.) que van a inyectar hasta por lo menos septiembre de 2016, tendrá al Banco Central comprando deuda pública a un ritmo de 60 millones de Euros al mes.
En Canadá, las tasas de interés primarias han bajado de 3% al 2,85 %. El Banco Central de Canadá, en respuesta, cortó la tasa de interés aplicada a otros bancos para préstamos por un 0,75 %. Teniendo en cuenta que esta última tasa ya está por debajo de cero en Europa, no es ninguna sorpresa. La predicción es que los canadienses reducirán la tasa interés a un día aún más; de 0,75 % a 0,50 %. La consecuencia de esto es la expectativa de que el dólar canadiense caerá en valor; tan bajo como 75 centavos frente al dólar estadounidense, en 2016.
En Dinamarca, 2 veces en el último mes, el banco central pasó a recortar las tasas de interés. La tasa de interés de los depósitos overnight se redujo por 15 puntos base, a la tasa negativa de -0.35 %. La tasa de interés de préstamos se ha reducido a un mero 0,05 %. Estos son ambos mínimos históricos y están empezando a volverse absurdos.
Los daneses sienten que las acciones son necesarias para defender el valor de la corona frente al euro. Si en Dinamarca no se hubieran tomado medidas, esto les habría forzada a tomar la misma acción que Suiza a principios de este mes; abandonar la paridad de su moneda en relación con el Euro y permitir que su moneda se aprecie. Aunque esto podría parecer la mejor alternativa, sería devastador para el mercado de exportación, ya que los productos domésticos se vuelven más costosos para que los extranjeros compren.
La India, por ejemplo, siendo la tercera mayor economía de Asia, inesperadamente trata de reducir las tasas hace 2 semanas. Además, se prevéen reducciones en la tasa este año.
Para no quedarse atrás, Singapur se ha sumado el juego de reducción de tasas. El dólar de Singapur, como consecuencia de ello, ha caído a su nivel más bajo frente al dólar desde 2010. Los funcionarios monetarios tomaron medidas preventivas, en lugar de esperar a la reunión de abril para el cambio de políticas.
Ocho naciones, además de los países de la zona euro, ya han tomado medidas en el último mes, para flexibilizar la política monetaria, en busca de luchar contra las dificultades de la economía nacional y mantener sus participaciones en el mercado de las exportaciones. Es sólo el principio de lo que se ha convertido en un movimiento mundial para reducir las tasas de interés y relajar la política monetaria.
Tailandia, por ejemplo, se resiste a cambiar temporalmente a menores tarifas y relajar la política monetaria, pero es muy probable que vayan a tomar medidas más adelante en el año. Corea del Sur también se espera que lo haga en los meses venideros, a medida que los acontecimientos del mundo fuerzan cambios en la política monetaria. Lo mismo puede decirse de Malasia y algunos otros países de Asia.
Los analistas de políticas de Australia están en buscando un recorte en las tasas. Ha sido más lento el crecimiento, ya que la demanda de China se ha enfriado. La economía está luchando con el sector de la minería, el cual se encuentra en un estado de recesión. El mineral de Hierro, la exportación más grande del país, se encuentra cotizando a un bajo histórico de los últimos 5 años.
Incluso la lira turca cayó en valor, con la expectativa de un recorte en las tasas el mes próximo.
Ahora se ha convertido en una carrera de quién llega primero al piso. Cada ronda de recortes de tasas por un grupo de países, conduce a una mayor reducción por el siguiente grupo. Eventualmente, mientras la situación monetaria internacional se vuelve cada vez más inestable, el presente juego de devaluación se volverá mucho más agresivo. Pronto se convertirá en una verdadera guerra de monedas.
En vez de que los políticos digan la verdad, que mucho de lo que se ha prometido no es sostenible y, por lo tanto, no asequible, están tratando de utilizar la política monetaria. Ha llegado el momento de que los ciudadanos conozcan la verdad de la dádiva que el gobierno les ha impuesto financieramente. La actual inestabilidad de la economía mundial es el resultado de años de gasto con déficit y acumulación de deuda. Los consumidores y los gobiernos de todo el mundo han sacudido de los niveles de deuda; están destruyendo los cimientos de una economía de libre mercado.
En lugar de emprender una política de austeridad para hacer frente a los crecientes niveles de deuda insostenibles y los gastos, los gobiernos han recurrido a la felxibilización cuantitativa y la devaluación, como una forma de mantener al sistema actual por un poco más de tiempo. Al final, fallarán al no traer de vuelta el crecimiento económico y la prosperidad. Se destruirá confianza de los inversores y de los consumidores en cada una de sus monedas nacionales.
Ahora que la gente comienza a perder la confianza en el sistema financiero y las personas que dirigen estas instituciones, una calamidad política y fiscal saldrá a flote. Para que el sistema continúe en una escala global, la gente tendrá que seguir teniendo fe y confianza en el sistema actual, que se ha convertido en la proverbial “house of cards”.
En la actualidad, los inversores verán cada vez mayores oscilaciones y vaivenes en los mercados financiers, bursátiles y de acciones. El capital alrededor del globo irá en busca de rentabilidad y, lo que es más importante, la seguridad. Esto explica en parte la fortaleza del dólar de los Estados Unidos; no durará. Incluso los analistas más optimistas por fin empiezan a reconocer que el presente curso simplemente no es sostenible.
Publicado el 29 de Enero Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman