Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman
La mayoría de los inversionistas en energías no tienen idea de que el carbón es el recurso energético más barato del mercado, en la mayoría de las partes del mundo. Aunque los ambientalistas y algunos líderes mundiales han impulsado nuevas alternativas de fuentes renovables de energía, la demanda del carbón sigue a la alza. El carbón seguirá siendo la alternativa para aquellos países que están experimentando escasez de fuentes energéticas. Otra cosa para tener en mente es que es sumamente abundante en la tierra. Puede ser explotado localmente y no será controlado por un cartel, como el crudo con la OPEC.
Otra ventaja con el carbón es que su extracción es relativamente barata y puede ser usado de inmediato. No es necesario procesarlo o manufacturarlo para tornarlo en otro estado. Estos son beneficios que el carbón tiene sobre otras energías como: gas natural, nuclear, solar, marítima, petróleo, eólica, etc. Tampoco hay costos abrumadores para convertir el carbón, como sucede con energía térmica o hídrica. Poco mantenimiento se requiere para quemar carbón.
No obstante, más del 80% del mismo se encuentra distribuido en solo 10 países. Estados Unidos encabeza la lista con el 25% de las reservas del mismo; 237 billones de toneladas, y es el segundo consumidor después de China.
Rusia tiene la segunda reserva más grande, con el 18%; 157 billones de toneladas.
Después de China, el resto de países son, en orden: Australia, India, Alemania, Ucrania, Kazakstán, Colombia y Canadá.
Es importante notar que el 40% de la electricidad producida por el carbón está creciendo y no se queda en esa cifra.
En Estados Unidos, la administración de Obama ha tratado de quebrar la industria por medio de regulación. La EPA (Environmental Protection Agency), ha convertido el poder construir una nueva planta casi imposible por los elevados costos. El gobierno quiere eliminar el uso de carbón como la principal fuente eléctrica en el país. En el 2007, el 49% de la energía provenía del carbón. En el 2013 cayó a 39%. Esto se hizo posible por la expansión del gas natural. El “fracking” ha permitido una extensión de otras fuentes, entonces declinaron los precios y la conversión de carbón a gas natural fue más fácil. Ya solo hay 600 plantas de carbón en Estados Unidos. En el mundo, son unas 7000.
La industria del carbón ha sobrevivido en Estados Unidos principalmente porque la demanda del carbón a nivel mundial ha crecido. Las exportaciones están en niveles récord.
En China, el gobierno está construyendo una planta para generar energía semanalmente. Eso significa que 50 nuevas instalaciones serán activadas anualmente en ese país; todas usarán carbón como fuente eléctrica. Entonces, ahora el mercado más grande es China. Solo China quema más carbón que resto del mundo, combinado. China doblará el número de plantas en el 2040. Aunque China se está expandiendo en sus fuentes eléctricas, hay una creciente demanda para carbón. Los chinos tienen la tercera reserva más grande del mundo con 114.5 billones de toneladas.
India también incrementa el uso de carbón.
Este es la energía que crece más rápidamente desde 1973, reemplazando al petróleo ese año. Desde 1990 ha dado a 1 billón de personas una fuente confiable y barata de energía. Hay un gran número de naciones que dependen fuertemente del carbón, sobretodo economías emergentes, para suplir necesidades.
El problema con el carbón es que es la más grande fuente de emisión de CO2 a nivel global. También suelta otros contaminantes, como el dióxido de sulfuro. Con el alza del uso del carbón, es poco probable que decrezcan estas descargas. China produce el 25% de las emisiones de efecto invernadero. En los próximos 25 años se espera que se tripliquen estas emisiones. Más que eliminar el uso, se debe buscar la eficiencia.
Fuentes alternativas de energía han sido una prioridad en Alemania, lo que llevó a la clausura de las plantas de energía nuclear. Todo ha llevado a costos elevados de energía. No obstante, sigue utilizando el carbón y más del 50% de la energía total proviene del mismo. Ha abierto más plantas con carbón desde el 2013.
Otras naciones que están intentando reducir importaciones de energía están tornándose al carbón; Australia, Indonesia, Israel, Japón, Polonia, Sudáfrica y Corea del Sur son algunas de ellas. Se espera que la demanda mundial crezca en un 37% para el 2040. Con casi 1000 nuevas plantas alrededor del mundo, se utilizarán todas para la construcción y usarán carbón.
La mayor fuente de energía, ha sido suplida por la quema de carbón en pasados años, más que cualquier otra fuente de energía.
El carbón ha sido además un instrumento en la producción global de cemento y hierro.
Ya que no cesará el uso del mismo, habrá esfuerzos internacionales para una quema más limpia del carbón. El próximo paso es que se capturen los contaminantes y el dióxido de carbono.
Hay otros esfuerzos para convertir el carbón en líquido para ser usado como una fuente de energía distinta. El hacer lo anterior emite más CO2 que convertirlo en energía, desafortunadamente.
Hay dos inversiones grandes en carbón. Una de ellas es el comercio del mismo, la otra es el cómo lidiar con los contaminantes emitidos.
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