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Brasil Vota Por Continuar La Paralización

Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman

Para los inversionistas, el 51.6% de los votos en Brasil para Dilma Rousseff indican una división política en lo que sigue del futuro político. Tendrá consecuencias económicas muy fuertes. Aunque la presidenta reelecta prometió reunir la nación con su oposición, Aecio Neves, nunca lo menciona por su nombre. Brasil se enfrenta a unos obstáculos gigantes que pueden afectar el crecimiento. Esto no solo afectará a la presidenta y su partido izquierdista (PT), sino que también pondrá en juego los proyectos que tanto promueven. PT ha tenido el poder por 16 años, y la clase media brasilera se está cansando rápidamente. Esto se ve reflejado en el poco apoyo que tiene en el congreso.

Edificio del Congreso Nacional

Aecio Neves, de derecha, estaba impulsando un nuevo cambio en rumbo para Brasil. Desesaba impulsar la inversión y las empresas para impulsar el crecimiento económico. Se espera que el crecimiento se paralice aún más en el 2014. Se predice que solo crezca en un 0.2% y que haya recesión en el 2015. Para el próximo año, se tiene un estimado de 0.8% en crecimiento económico.

Esto no pinta bien para la presidenta Rouseff. Esto también explica por qué Neves ganó la mayoría en las partes del sur y sureste, donde se lleva a cabo la mayor actividad y crecimiento económico.

Aecio Neves

Luego de la victoria de Rousseff, el banco central subió las tasas de 11% a 11.25% para combatir la inflación (6.7% anual). No es un buen comienzo para el nuevo gobierno. Ganó con solo el 3% de los votos y es el ratio más bajo en la historia de Brasil. Los fracasos de su primer término son demasiado evidentes. La presidenta, electa desde el 2011, debe concentrar sus energías en problemas económicos y monetarios. Si no es capaz de voltear la economía, su segundo término será peor que el primero.

La memoria de las protestas del 2013, que fueron respuesta a los casos de corrupción y el deplorable servicio público, pueden repetirse. Más de los problemas que afronta la presidenta Rousseff es el mar de quejas y reclamos que aumenta fuerte y rápidamente, en especial provenientes de la clase media.

Como primer paso en la economía, apuntará al ministro de finanzas, quien tendrá una desalentadora tarea frente a él. La presidenta Rousseff tendrá que dejar de entrometerse tanto en la economía del país por un tiempo político prudencial. El camino que afronta será difícil. Junto con la creciente inflación y la alta tasa de intereses la deuda pública aumenta. Esto coincide con el creciente déficit de deuda corriente, el cual actualmente es del 3.7% del PIB. Es la mayor caída desde el 2002.

La presidenta no tendrá tiempo suficiente para organizar los asuntos. Una rebaja inminente en la clasificación crediticia de Brasil, se encuentra ya con nuevas rebajas probables que debilita aun mas la economía. Su mandato de reformas y cambios será difícil de alcanzar dada su predilección por aumentar el control estatal sobre la economía. No ayuda mucho a la imagen de la nueva presidenta que busca reformas políticas para acabar la corrupción, que sin embargo son apocadas por la reconstrucción económica, que parece tomar prioridad sobre el resto.

El único camino a seguir es tratar la reforma tributaria, que puede revalorizar los negocios y las inversiones. Las inversiones privadas realizadas en el colapso de la infraestructura, reducirá la responsabilidad del gobierno en el mantenimiento de estos servicios. El deficit de presupuesto fiscal va en 4% del PIB. Eso en 5 años.

Brasil es el 3 exportador mundial de productos agricolas

Las barreras comerciales más baja también generarán un estímulo para más negocios e inversiones.

Los primeros pasos del gobierno no son alentar. Aunque la presidenta continua prometiendo reformas políticas y parece no estar dispuesta a afrontar la situación con lo que ineficiente y la corrupción a este punto. Sus continuas intervenciones en la compañía petrolera tendrán que disminuir también. El despido de los ministros corruptos al principio de su último mandato, fue bien recibido por el público. Desafortunadamente no quedó ahí. La presidenta Rousseff siguió interviniendo en el manejo de la institución, haciendo que las decisiones de hacer negocios no sean sostenibles a largo plazo. Por ejemplo, las compras de petróleo en los mercados internacionales son muchos más elevadas que el precio por el cual es permitido ser vendido en mercados locales de Brasil.

Lo realmente difícil para el gobierno será reforzar el control sobre la economía y el sistema político. Algunos en su partido ya están pujando para poner más restricciones a los medios de comunicación. Esto está en marcado contraste con la situación en el inicio de su último mandato. Sin embargo, cabe resaltar que la prensa era más favorable en ese entonces.

Suprema Corte

Las ventajas de permanecer en el poder son inmensas para la presidenta Rousseff. Para el 2015, ella habrá nombrado a la mayoría de la corte suprema y su influencia en la clase federal y la burocracia es inmensa. A medida que su mandato se aprieta, puede llevarla a la corrupción, que ella dice aborrecer. Los aliados políticos y lo clientes son recompensados con favores y dinero, mientras que los opositores son castigados.

La presidenta Rousseff puede señalar algunos de los logros de su partido, que incluye aumentar los salarios para muchos empleados brasileños. Aunque la desigualdad es uno de los grande problemas, la pobreza masiva se encuentra en algunas regiones, en especial en el norte y noreste, increíblemente en estas regiones la presidenta obtuvo un porcentaje de mayoría en las elecciones.

Lula Da Silva promoviendo la Bolsa

Su mentor y antecesor Lula da Silva, ha alentado a su sucesora a ser más amigable con los negocios. Una economía solida es la única manera de sostener las políticas socialistas presentadas por el gobierno. La “Bolsa Familia”, que es un proyecto del gobierno de Brasil que provee asistencia a  familias extremadamente pobres, requiere una vasta inversión monetaria. La idea es facilitar asistencia a largo y corto plazo a la familias con mayores necesidades en Brasil.

También será la única manera de preservar el grado de clasificación crediticia en cuanto a inversiones, logrado por el ex presidente Lula en el 2008. Sin embargo, su campaña daba a entender que tiraba un poco más hacía la izquierda. No es extraño que tras la reelección el real alcanzó un bajo de 9 años frente al dollar. El mercado de acciones también bajo un 6%. Ha habido recuperación tras estoperol es obvio que los inversores y negociantes, internos e internacionales, tienen un poco de confianza en las promesas de Rousseff.

 

 

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