Mientras que los eventos internacionales son cada vez más peligrosos, los inversionistas son cada vez más aprensivos. La crisis en Ucrania procederá a ser una zona de conflicto entre los poderes de Occidente y Rusia, y esto se veía venir. Muchas personas temor con que Rusia pueda decidir desestabilizar a otros países en Europa y a otras antiguas repúblicas de la Unión Soviética. En el Lejano Oriente, la crisis en Hong Kong ha sido aún abatida. China se niega a permitir una verdadera democracia en la ex colonia británica. No importa lo que el gobierno chino aceptó en el pasado. Existe el temor de que un gobierno electo popular en Hong Kong, pueda ser una amenaza para la estabilidad del resto de China. Por último, está el Oriente Medio, que se está desarrollando rápidamente en un lodazal de las democracias occidentales.
Junto con estos acontecimientos mundiales está la creciente pandemia por el virus Ébola en África Occidental. Después de las garantías de los funcionarios gubernamentales que el virus no llegaría a América del Norte y Europa, ahora la cuestión es cómo combatirla desde su llegada a los Estados Unidos y Europa. Un paciente infectado está en estado crítico en Texas. España ha informado que una enfermera ha contraído el virus de un paciente que estaba tratando en Madrid. Peor aún, en Estados Unidos ya se ha agotado temporalmente el suministro de ZMapp, un fármaco que parecía funcionar bastante bien en la lucha contra la enfermedad. Tomará meses para reponer el medicamento salva vidas. Hay una serie de medicamentos alternativos, pero no son suficientes para satisfacer las crecientes necesidades de una enfermedad de rápida propagación. Es importante recordar que ha habido tres pandemias que han afectado a los Estados Unidos en el siglo 20, y el país no ha estado preparado para lo que se vino encima.
La creciente calamidad del movimiento ISIS se ha hecho aún más evidente con la pronta caída de la ciudad principal de la zona kurda de Siria. Kobani, cerca de la frontera con Turquía, se ha convertido en una importante zona de batalla entre los kurdos sirios y el grupo ISIS terrorista. A pesar de los intentos poco entusiastas por parte de Estados Unidos y una creciente coalición para poner fin a la ofensiva militar de estos militantes, que continúan expandiendo el territorio y la población bajo su control. La campaña de bombardeos contra ISIS pudo haber ralentizado el avance, pero no se ha detenido.
Los gobiernos centrales de Irak y Siria ya no están funcionando en grandes franjas de su antiguo territorio. El gobierno estadounidense continúa pretendiendo que todavía hay un país conocido como Irak. La parte sunita del país ha sido invadida por ISIS. Al norte y norest, los iraquíes kurdos están actuando como una nación independiente. Los kurdos son en su mayoría autosuficientes en la defensa de su territorio.
Después de un ataque de las fuerzas estadounidenses y europeas contra Libia, que llevó a la derrocada de Gadafi, el país ha estado sumido en una guerra civil. Hay una serie de insurgencias islámicas en toda la región del Magreb de África como Argelia, Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Nigeria, Senegal y Túnez. En el Cuerno de África hay disturbios similares en Eritrea, Somalia, Djibouti, Etiopía y Sudán.
Lo mismo es el caso en la Península Arábiga, sobre todo centrada en el Yemen.
Las tensiones entre Israel y los palestinos complican la situación en el Medio Oriente aún más.
Otra situación peligrosa es el proceso que pronto se completará; Irán adquieriendo armas nucleares. Aunque un número de líderes políticos, entre ellos el presidente estadounidense Obama, insisten en que no permitirán un desarrollo tal, sólo Israel está determinado a detenerlos.
Las sanciones y costos de la guerra en Ucrania se han hecho sentir en Rusia, con la moneda nacional y el mercado de valores en declive. La economía encaminada hacia una recesión. El costo para expandir la influencia de Rusia en las antiguas repúblicas soviéticas se está volviendo bastante alto.
En China, la tasa de crecimiento económico se está desacelerando más rápido que quisiera el gobierno. Todavía hay un riesgo de que la deuda interna y la burbuja inmobiliaria puedan hacer implosión, causando una gran crisis económica. Ha tenido fuertes disputas fronterizas con Brunei, Japón, y Malasia. Filipinas, Taiwán y Vietnam, sólo ha conducido a la creciente inquietud en el Este de Asia.
La economía de Japón sigue fallando. A pesar de la flexibilización cuantitativa y nuevo estímulo del gasto en infraestructura, ha habido poco crecimiento real.
En América del Sur, las dos principales economías, Argentina y Brasil, han tenido períodos recientes donde ya no les va bien.
Europa en su conjunto está experimentando un crecimiento diminuto. Por eso el BCE (Banco Central Europeo) ha introducido tasas de interés negativas y parece estar buscando la flexibilización cuantitativa. Incluso el gigante económico alemán está desacelerando. No es extraño, si se tiene en cuenta la forma en cómo la economía mundial va direccionada. El Reino Unido es por el momento una excepción, pero con el crecimiento del comercio mundial en peligro, habrá fuertes vientos en contra de un mayor crecimiento.
No es raro que los inversores internacionales empiecen a mirar favorablemente hacia los Estados Unidos y el dólar. El dólar estadounidense (USD) ha aumentado en fuerza durante los últimas 12 semanas, como consecuencia de lo último. No ha hecho daño, ya que la flexibilización cuantitativa está terminando en Estados Unidos. Las tasas de interés siguen en niveles históricamente bajos, pero lo más probable es que empezarán a aumentar el próximo año. Eso es lo que la mayoría de los economistas están prediciendo. El crecimiento salarial es minúsculo, así que no hay necesidad inmediata de aumentar las tasas de interés. La inflación oficial es del 1,7% y la tasa de desempleo del 5,9% (U3) son supremamente bajas.
Por supuesto, las tasas reales de la inflación y el desempleo son mucho mayores que lo que se informa por el gobierno. La participación laboral está en un mínimo de un lapso de 36 años. Se sumergió de nuevo en septiembre hasta el 62,7%. Cuando una persona deja de buscar trabajo o está subempleada, ya no son contados en la estadística oficial. Si hubiera que incluir a los trabajadores desempleados, subempleados y desalentados, se tienen más de 90 millones de personas en busca de trabajo. Por lo tanto, la tasa de desempleo real (U6) es del 11,8%.
La deuda pública se acerca a los $18000 mil millones de dólares, que ahora supera el tamaño total del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos. El PIB de Estados Unidos en 2014 es de 17,5 billones de dólares. Esto sólo ha ocurrido una vez, y se estaba en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial. La deuda pública alcanzó un máximo de 121,70% del PIB en 1946, antes de disminuir. El mínimo histórico se alcanzó en 1974, cuando era sólo 31,7% de la deuda en relación con el PIB. El total de la deuda sigue creciendo cada año, así como el déficit presupuestario del gobierno anual procede de ahí en adelante.
Todavía no hay un verdadero plan de choque para hacer frente a los déficits anuales presupuestarios del gobierno, ya sea más allá del acuerdo previamente pactado, que ya está en peligro de ser abandonado. Este fue un intento anterior para frenar el creciente gasto en determinados sectores del presupuesto, incluyendo artículos discrecionales y defensa. Por desgracia, estas dos esferas no son el principal motor del déficit. Lo que está forzando el déficit a la alza y por lo tanto la deuda nacional cada vez más alta, son los derechos (entitlements).
Los derechos y las obligaciones no financiadas de los Estados Unidos son el talón de Aquiles de la economía de Estados Unidos. Se estimó en 2013 que los pasivos no financiados de los Estados Unidos ya estaban en $128.000 mil millones de dólares. El patrimonio neto total del país es de sólo $94 billones de dólares.
Por desgracia, el foco principal del gobierno de Estados Unidos y sus líderes políticos en este momento, son las elecciones de principios de noviembre. La batalla política por el control del Senado, que es una parte del poder legislativo bicameral, triunfa entre los otros temas.
Cabe destacar que Estados Unidos todavía se considera uno de los lugares más seguros para invertir dinero. Esto es porque el dólar sigue aumentando en valor, y el mercado de valores sigue estando cerca de los máximos históricos. Después de una disminución del 2,1% en el primer trimestre de 2014, el crecimiento económico aumentó un 4,6% en el segundo trimestre. La expansión del empleo, aunque lenta y con menos sueldo, continúa. Además, la mayoría de los inversionistas tanto nacionales como internacionales, están del todo conscientes de la precaria situación de la situación fiscal en Estados Unidos.
Aquí se introduce el “Cisne Negro”. ¿Qué evento puede ocurrir que sacudiría la confianza del inversor en la economía de Estados Unidos y el dólar estadounidense? En el corto plazo será una de dos cosas. Ya sea un desastre natural que es posible, pero poco probable, o un desastre hecho por el hombre. La segunda es mucho más probable. Se trataría de un ataque terrorista o de una serie de ataques sobre las ciudades y la infraestructura de USA.
Esto daría un duro golpe a la economía de los Estados Unidos. Sería sacudir la confianza en los sectores bancarios y de seguros, primordialmente. El gobierno central ya sobrecargado con deuda, tendría dificultades para hacer frente a una crisis financiera de estos dos sectores. Al igual que en 2001, el Mercado de Valores disminuiría rápidamente, ya que los vendedores superan a los compradores. El valor del dólar de los Estados Unidos se hundiría, ya que los inversionistas abandonan de manera masiva. Los precios de los commodities, especialmente en materia de energía y metales preciosos como el oro y la plata, se irán bruscamente a la alza.
Después de eso, los mercados de valores en el extranjero pronto comenzarán a perder valor. El pánico financiero sería el resultado, ya que los inversores de todo el mundo comienzan a liquidar posiciones tener efectivo. La única inversión digna será la de activos tangibles. Ciertos sectores de la economía estadounidense y mundial serán devastados, incluidos los viajes, entretenimiento y otros artículos no esenciales. Habrá compras de pánico por parte de muchos ciudadanos, así como el acaparamiento de alimentos, medicamentos, suministros de energía y otras necesidades para la supervivencia.
Es probable que haya un número de perturbaciones domésticas en los Estados Unidos y otros países, que será el resultado del caos financiero. Está la necesidad de aprobar legislación de emergencia para hacer frente a la escasez de productos de consumo y para mantener el orden público. La ley marcial podría ser declarada si la situación empieza a tornarse incontrolable.
Los objetivos de Estados Unidos son demasiado numerosos como para ser fácilmente obtenidos en una sociedad abierta. La red de energía eléctrica, suministro de agua, sistemas de comunicaciones, centros de transporte, almacenamiento de energía, alimentos y redes médicas son vulnerables a los ataques, lo que podría crear fácilmente un pánico. Solo el destruir algunos sistemas informáticos vitales a través de un ataque cibernético sería suficiente para lograr una gran catástrofe.
Un ataque terrorista podría emplear armas biológicas, químicas o materiales nucleares; posiblemente una combinación. La detonación de una bomba en una gran área metropolitana, especialmente en una ciudad como Nueva York o Washington, sería una calamidad de proporciones gigantescas a nivel local y nacional.
Teniendo en cuenta la situación internacional actual en el Medio Oriente, el escenario anterior es muy posible. Es un recordatorio a los inversores a considerar lo impensable y planificar para posibles contingencias de emergencia. Un cambio dramático en los mercados mundiales, incluyendo los de Estados Unidos, se está volviendo mucho más probable, dados los acontecimientos mundiales actuales.
Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman