Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman
Los inversionistas de petróleo y gas natural han visto cómo caen los precios de los mismos, más aún con la última movida de Arabia Saudita. El petróleo se encuentra en un punto mínimo en precio, el cual no había tenido hacía 4 años. Acaban de anunciar los árabes que el crudo que se le vende a Estados Unidos tendría otra rebaja en precio. Como el mayor exportador de petróleo del mundo, esto pone presión sobre los productores de energía del país. La pregunta ahora es: ¿Cómo se afectará la expansión de la producción que este declive en precios? Otra sería: ¿Qué desea alcanzar Arabia Saudita?
Gracias a la práctica llamada fracking, es posible conseguir la evolución en la extracción requerida para producir las grandes cantidades que produce EEUU y su rápida expansión. ¿Cuál es el punto de “break-even” para la industria? Los árabes ya han constatado que están bien situados con el precio en $80.00 dólares estadounidenses por barril por un período extendido de tiempo. Muchas fuentes de energía ya no serán explotables como las excavaciones “offshore” y en áreas remotas en tierra.
Algunos analistas asumen que lo que pretende Arabia Saudita es decrecer la diferencia de precios entre el Brent (Que es un benchmark internacional) y el WTI (West Texas Intermediate). WTI se vende en Estados Unidos. El mercado de petróleo en Estados Unidos en este momento es más insular, ya que legalmente el petróleo de allí no se puede vender en el extranjero. El Brent está a un precio de $82.82 USD, un declive del 30% desde Junio. El WTI se cotiza a $77.20 USD el barril. Esto tiene un poco de sentido, ya que los Árabes están bajando los precios a los Norte Americanos a unos 0.45 USD por barril; cabe notar que también hay baja de precios para Asia y Europa.
Aunque desde el 2013 USA se convirtió en el más grande productor de petróleo, por encima de Arabia Saudita, es el consumidor más grande. Importa 7 millones de barriles diarios, y produce 11. De hecho, la producción ha crecido en un 70% en los últimos 6 años.
Las importaciones del petróleo de Arabia Saudita en Estados Unidos están declinando y rápidamente están perdiendo parte del mercado. En Agosto del 2013, la participación era del 7% en cuanto a consumo; un año más tarde, 4.6%. Se han bajado las importaciones desde el año pasado de 1.4 millones de barriles diarios a menos de 1 millón. En su totalidad, USA ha bajado las importaciones de la OPEC en 50% desde el 2008.
Otro problema es el declive de la demanda doméstica. Pasó de 500,000 en 2013 a 40,000 este año.
El petróleo producido por fracking no es barato. Dependiendo del a locación y la profundidad de la excavación, los precios pueden ir de $50 a $70 dólares. Esto sin incluir todos los costos.
La inversión en la industria en Estados Unidos ha llegado a los $200 billones de dólares anuales.
Consecuentemente, el declive de precios llegará hasta un punto en el que el precio es igual o menor al costo de producción, especialmente en Dakota del Norte. Exploraciones, desarrollos, y excavaciones en muchas regiones dejará de ser un prospecto económico y desacelerará la expansión de gas natural y petróleo.
Los árabes pueden producir con costos hasta de $30.00 USD; si la meta es aporrear a Estados Unidos, lo podrán hacer fácilmente con esos precios.
En el largo plazo, Arabia Saudita necesita precios de $83 a $84 dólares para balancear su presupuesto federal. El gobierno ha sido generoso con su pueblo y ha impuesto gravámenes muy bajos, casi nulos. Hay, entre los beneficios, salud, educación, electricidad subsidiada, comida, combustible, casa, etc. EL gobierno ha comprado la estabilidad económica por medio del gasto público.
Mientras tanto, Arabia Saudita, con una reserva en moneda extranjera de $734.7 billones de dólares, puede tomar un gran golpe. Es importante notar que los árabes tenían un déficit en los 80 hasta finales de los 90 y pueden hacerlo de nuevo.
Hay rumores de que Estados Unidos pueda estar siendo parte de una coalición con Arabia Saudita. Fracking sigue siendo muy controversial en Estados Unidos. Es conocido que el presidente de la APA no está muy de acuerdo con los productores de energía tradicionales del país. Muchos, incluido Obama, prefieren que los recursos económicos se dirijan hacia fuentes renovables de energía.
Otra ventaja de los bajos precios es el impacto negativo sobre Irán e indirectamente, Rusia. Los árabes temen el desarrollo de un Irán nuclear. Los árabes saben también que Irán necesita que los precios estén por encima de los $100 USD para poder balancear su presupuesto gubernamental. La economía e industria Iraní se vuelve próspera cuando el precio llega a los 135 dólares por barril.
Arabia Saudita también le gustaría evitar que prospere el aventurismo Ruso en la medida de lo posible; prefieren políticas estadounidenses. Los norteamericanos siempre han conseguido proteger intereses del petróleo, teniendo como referencia el golfo pérsico. La hegemonía estadounidense siempre ha venido a un bajo precio económico y político. Además, han permitido que las fuentes de energía sean manipuladas por solo los gobiernos locales del medio Oriente.
El apoyo ruso de Assad en Siria e Irán convierte a Rusia en un enemigo de la familia real árabe. Los árabes saben que una gran parte del presupuesto ruso depende del petróleo, y, con precios más bajos, no hay forma de defender el rublo y habrá menos dinero para las malas conductas rusas en el medio oriente.
Precios bajos del petróleo sirven de interés para los árabes en este momento, y tienen el lujo de mantener los precios globales bajos y su participación del mercado alta, por lo menos en el corto plazo. Arabia Saudita produce 1/3 del petróleo de la OPEC, lo que le da al reino una influencia magnífica. Con las exportaciones más grandes del mercado (9.7 millones de barriles producidos diariamente), tienen un poder enorme sobre la oferta del crudo. Por tanto, tienen la capacidad de manipular el precio. Al final, esto afecta los precios de todas las fuentes de energía.