Los inversores finalmente tendrán la oportunidad de entrar en la mayor bolsa de valores en el Medio Oriente. Con 590 billones dólares USD (Dólar estadounidense), Arabia Saudita abrirá parcialmente el mercado el 15 de junio. Las nuevas regulaciones entrarán en vigor el 1 de junio, justo a tiempo para el cambio que tendrá lugar dos semanas después. La inversión será limitada y exclusiva para los extranjeros cualificados que tengan al menos $ 5 billones de dólares en activos bajo su gestión. Esto le dará una clara ventaja a los bancos, casas de bolsa, administradores de fondos internacionales, compañías de seguros y fondos de pensiones. Se excluirán a los inversores individuales en este momento.
El gobierno de Arabia Saudita ha tomado esta acción para hacer frente a dos problemas importantes, en relación con su bolsa de valores nacional. La esperanza es que al permitir que más participantes, esto ayude a hacer frente a la excesiva volatilidad que existe en el mercado; también debe ayudar con mejores políticas financieras corporativas, en cuanto a las empresas que se negocian en bolsa. Un número de empresas familiares, en su mayoría, les falta transparencia y mejores prácticas de negocios.
Un beneficio adicional para Arabia Saudita será la infusión de billones de dólares estadounidenses para la economía nacional. Esto llega en un momento en que el Reino está lidiando con el impacto de los bajos precios del petróleo y la consecuente disminución en las reservas de divisas. Esto fue necesario para financiar la totalidad de los créditos gubernamentales. El gobierno de Arabia Saudita tomó la decisión de mantener los gastos normales, a pesar de la dramática disminución de los ingresos que venían de las exportaciones de petróleo crudo.
Arabia Saudita tomó la decisión en la segunda mitad de 2014 de mantener la cuota de mercado petrolero mundial, manteniendo una mayor tasa de producción. Esto fue a pesar de la disminución de los precios, debido al aumento en las reservas mundiales de petróleo. La desaceleración económica mundial redujo la demanda de petróleo.
La caída en las reservas de divisas de Arabia Saudita ha sido impactante. El monto total se ha reducido en un 5%, el equivalente a $36 billones de dólares, solamente en los últimos 2 meses. La necesidad de una mayor inversión es finalmente lo que llevó al gobierno a seguir adelante con la apertura de los mercados sauditas.
Además de que ser capaz de comprar acciones, habrá más restricciones impuestas por el gobierno para quien desee adquirirlas. La Autoridad del Mercado de Capitales de Arabia, conocido como el CMA, es el organismo de control que estructurará y controlará el flujo de la inversión extranjera. Ellos determinarán el porcentaje del mercado que estará abierto a la inversión exterior. Se ha determinado que no más del 10% del valor de todo el mercado puede ser propiedad de extranjeros. La propiedad extranjera, de una empresa individual, se limita a un máximo de 49%. Otra prohibición limita a la propiedad única de cualquier acción en particular a solo 5%.
Un inversor podría esperar que la apertura de los mercados de Arabia Saudita se haga en pasos lentos. La expectativa es que el mercado de valores en el reino sea identificado como un mercado emergente en el próximo par de años; el marco de tiempo se estima que sea a mediados del 2017.
Si se tienen en cuenta todas las prescripciones y normas que implica la participación extranjera en la bolsa de Arabia, ¿por qué haría el esfuerzo un inversor? No sólo es el país uno de los más estables de la región, sino que también es uno de los que está creciendo más rápidamente. En lo que va de este año, la bolsa de valores de Arabia Saudita, conocida localmente como “el Tadawul”, ha crecido en un 19%.
Arabia Saudita es la economía más grande de la región. Se ha convertido en un objetivo importante en la próxima generación de líderes, ya que el país se vuelve mucho menos dependiente de los ingresos del petróleo; la apertura de los mercados a la inversión extranjera sería parte de este proceso.
La bolsa de valores de Arabia Saudita es una de las más activas en la realización de ofertas públicas iniciales, conocidas como IPOs. Ya en 2008, los saudíes habían permitido a los inversionistas extranjeros el acceso a su mercado interno, a través de los denominados swaps. El esfuerzo actual se debe en parte a los pasos anteriores, tomadas por dos mercados mucho más pequeños en la región. Tanto Qatar como los Emiratos Árabes Unidos fueron promovidos como mercados emergentes por el índice compilador de MSCI Inc. en mayo del 2014.
Una vez que el reino gane el estatus de emergente, la proporción mundial total de ese mercado equivaldrá a un 4%. Esto permitirá el flujo de decenas de miles de millones de dólares a la economía; esto va a cambiar drásticamente la estructura actual de la inversión empresarial en el país.
Obviamente habrá nuevas oportunidades, así como riesgos asociados a una inversión en los mercados de Arabia Saudita. Todavía hay cierta preocupación de cómo y qué tanto será regulado el “Tadawul” una vez que los inversionistas extranjeros empiecen a inyectar fondos a la economía. Las recompensas son obvias en que se les permita la compra de acciones en algunas de las compañías con más rápido crecimiento en el mundo. Los riesgos todavía no se entienden completamente en este momento.
Hay poca preocupación por las fluctuaciones monetarias, ya que el riyal saudí está atado al dólar estadounidense. El principal producto de exportación del país es el petróleo, el cual representa más del 80% de los ingresos del gobierno, ya se tiene en USD.
Los recientes esfuerzos por tener diversificación se han centrado en la exploración de gas natural, petroquímicos, generación de energía y telecomunicaciones. Sin embargo, el petróleo todavía juega el papel dominante. Arabia Saudita tiene el 16% de las reservas del mundo, obteniendo el segundo lugar después de Venezuela. Sigue siendo el mayor exportador de petróleo en el mundo y, como resultado, juega un papel dominante en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Se estima que el petróleo representa el 45% del PIB (Producto Interno Bruto) del reino, y el 90% de los ingresos por exportaciones.
Arabia Saudita, con una población de 30,8 millones y un PIB de alrededor de $ 745 billones de dólares, tiene un gran potencial y relativamente buen crecimiento económico. En PPP (paridad de poder adquisitivo) el PIB es superior al trillón de dólares. Aunque la economía se ha desacelerado un poco con la caída en los precios del petróleo, el país aún se encuentra en una buena situación financiera. Esto se debe en gran parte a las inmensas reservas de divisas, acumuladas durante los años. El reino parece estar menos seguro con el caos del Medio Oriente, llegando cada vez más cerca, pero todavía es, en general, una gran oportunidad para los inversores selectivos.
Publicado el 19 de Mayo Por: Jeffrey Hagenmeier / traducción: Tomas Eastman.